Hoy, siéntate bajo un árbol y mira tus propias raíces. Pocas personas se toman el tiempo para verse a sí mismas. Y hay una parte en la cual menos atención se presta: las raíces que tenemos. Nuestras raíces son de donde tomamos la energía para vivir. Son nuestra educación. Son nuestros ancestros. Aunque no hayamos tenido un pasado perfecto, todavía hay mucho ahí que nos puede enseñar. Así que, toma el día para aprender de ti mismo.
Lo que te limita
Elimina la duda, el temor, la ansiedad y la preocupación. No lo olvides: El cáncer es curable, lo que mata es el temor al cáncer. Toda meta lógica es alcanzable, lo que lo impide es la duda. Eres capaz de lograr desde ya el cambio, lo que te limita es la ansiedad y la preocupación. Borra de tu mente la duda, el temor, la ansiedad y la preocupación.
La verdadera felicidad
No seas tan serio; más bien, se maduro. Una personal madura es aquella que ha llegado al equilibrio ideal, pues muchas de las cualidades humanas se oponen entre sí. La madurez viene cuando uno sabe realmente como utilizar cada característica humana. A pesar de la falsa idea, ser maduro no necesariamente es ser serio y cerrado al mundo. Más bien, la persona madura no necesita tantos estímulos externos, pero sabe muy bien cuando debe salir para ayudar o agradar a otras personas que lo necesitan. Así que, trabaja mucho en este equilibrio, pues es lo que trae la verdadera felicidad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)