El tiempo de estar allí, lo decide la Divina Presencia de cada uno y el Tribunal Karmático; pero siempre es un lugar de transición hasta que se vuelve a reencarnar de nuevo. Generalmente, uno descansa, analiza sus errores, planifica su próxima vida, aprende otras cosas, experimenta algo nuevo y tiene también ocasión de purificarse en los templos de Transmutación que hay allí para los que acepten la Llama Violeta y quieran usarla en su beneficio. Se ha comprobado que, aproximadamente, de diez a cincuenta años de los nuestros, es el tiempo que uno pasa en la Cuarta Dimensión con algunas excepciones por supuesto.
Este es el Plano investigado por los espiritistas que, realmente, pueden ponerse en contacto con los llamados "muertos" por medio de un transmisor humano llamado "medium", pues la comunicación existe en todos los niveles y, "como es Arriba, es Abajo". No aconsejamos la comunicación espiritista, ya que no es conveniente y además, resulta peligrosa si no se hace con las debidas precauciones. Además, perturba al llamado "difunto" a quien hay que dejar en paz para que se ambiente bien y pueda avanzar en su nueva ubicación.. No es bueno "halarlo" hacia abajo ni hacerlo retroceder a las cosas densas, infelices que dejó atrás.
Hay que quitar el temor a la muerte de la mente y del corazón, pues esto deriva de la ignorancia y, al conocer la Verdad, esto nos hace libres.