En el mundo de hoy, se piensa que el conflicto es positivo. Pero, ¿será? Pregúntate a ti mismo que beneficios has obtenido de algún conflicto que no pudiera haber venido de un diálogo productivo.
En realidad, lo que sucede es que hay gran dificultad de evitar y transformar el conflicto en diálogo. El diálogo consiste en un crecimiento, en una aprobación de las ideas y las realidades del otro, tratando de llegar a un consenso de sentimientos en un proyecto.
El conflicto destruye y aunque haya resultados inegablemente positivos, es más fácil construir sobre el terreno llano del diálogo que sobre la ruína provocada por el conflicto.