En cada respiración, valora tu vida. Cada respiración indica que estás
vivo. Todavía hay esperanza, aún en la peor de las situaciones. Hay luz,
aunque haya tinieblas por toda parte.
Pues, respiras y estás vivo. Cuando te concientices de tu valor en cada
segundo, en cada momento de tu vida, esta parecerá como si a cada
segundo te ganarás millones.
Aprenderás a apreciar la lluvia que cae, junto con el sol que brilla. Y vivirás mucho, mucho mejor.