Para triunfar es preciso que seas dueño de ti mismo y pongas toda tu energía al servicio de tu realización personal.
Si
conservas la mente lúcida y mantienes el control de tus emociones,
podrás superar cualquier situación, como capitán que debes ser, de tu
propia vida.
Lleva las riendas de tu conducta y mantén bajo control
todas tus acciones. Tu conciencia puesta al servicio de tu crecimiento y
superación, es la que debe comandar tu voluntad.