Es insólito que la primera referencia en un artículo científico sea la Iliada. Homero describía allí una abominable quimera con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de serpiente venida al mundo para martirizar a los hombres. La élite de la biología mundial quiere ahora resucitar al monstruo, y con el mejor de los objetivos: fabricar en cabras o en cerdos órganos humanos que puedan trasplantarse a los pacientes que los necesitan malamente. Vuelve la quimera, y esta vez con bata blanca y fonendoscopio.