Existen innumerables definiciones de Dios, ya que sus manifestaciones son ilimitadas. Todas ellas me colman de admiración y de temor; algunas veces, por un instante, me causan estupor. Pero yo no venero a Dios más que bajo su aspecto de verdad. Todavía no lo he hallado, pero mi búsqueda prosigue. Para llegar a él, estoy dispuesto a sacrificar lo más querido. Si tuviese que sacrificar mi vida, creo que estaría dispuesto a ello. Pero mientras no logre descubrir la verdad absoluta, deberé seguir siendo fiel a la verdad relativa, así como se me presenta.