La Llama Violeta tiene que ser usada mucho, antes de que pueda manifestarse la liberación deseada que se advierte en el bienestar y la alegría del correcto vivir, una vez que la naturaleza infe-rior del hombre ha cedido para dar paso a lo superior.
El cambio de conciencia se refleja externamente en la apariencia personal y forma de comportarse. Hay una renovación y uno se da cuenta de que ya no es el mismo de antes, tiene una diferente manera de pensar, está más tranquilo, entiende mejor las cosas y ha adquirido una superior com-prensión. Ya no nos gusta frecuentar los lugares que, anteriormente, nos atraían, tratar con las mismas personas y surge un nuevo enfoque en la forma de divertirse. También, los demás nos ven distintos. Lo mejor de todo es que los conflictos y problemas que nos agobian, van desapareciendo poco, sencillamente y sin ruido.