Sí existen, pero no como lo explican las religiones. Los metafísicos sabemos que el "Cielo" es el Plano Mental, dimensión de paz y felicidad muy superior a donde se va después de haber logrado realizar el Amor completo e impersonal y haber superado los defectos de carácter, las fallas morales. No hay tal cosa como un cielo estático, pasivo, oyendo música y viendo ángeles volar, pues allí se avanza, se progresa, hay actividades por cumplir y experiencias por realizar. Una vez superado ese Cielo, también se asciende a dimensiones superiores.
Respecto al infierno, es mentira eso de los infiernos eternos de culpa y castigo con demonios que tienen cachos y llevan tenedores para atormentarlo a uno, con calderas de fuego y esas fantasías. Se trata de una dimensión muy inferior y densa, el Subplano del Astral también llamado Bajo Astral. Allí van las personas depravadas y de mal vivir, quienes tienen vicios, pasiones abyectas y aquellos que gozan con hacer el mal. No es un Infierno Eterno y, de allí, también se puede salir cuando uno se arrepiente o se ha regenerado, pues inmediatamente, lo ayudan seres superiores, una vez que aprendió su lección y se corrigió. Hay sufrimiento y horrores.
Cuando las personas se van, al pasar de plano, no se vuelven por ello más santas ni más sabias, pues conservan sus costumbres, su nivel de inteligencia, sus defectos y cualidades, sus creencias. Las condiciones físicas que encuentran vienen a ser parecidas, pues allí también hay ciudades, calles, casas, iglesias, escuelas, paisajes con montañas, lagos y ríos. Por tal razón y al hallarlo todo parecido, muchos no entienden que han muerto.
El Plano Astral tiene siete niveles llamados Subplanos, donde se ubican todos los que viven en este mundo físico después de "morir".